SF Yoga Magazine, San Francisco, Abril 2018
Wanda Pratnicka, PhD tiene una habilidad única para diagnosticar y retirar entidades espirituales o fantasmas de personas de manera remota; no importa la ubicación de la persona. Pratnicka es una sanadora única y ha escrito varios libros. Nos ha encantado realizarle una entrevista.
En su libro, “Poseidos por los Espíritus” usted habla de energías negativas. ¿A qué se refiere con energías negativas?
Me refiero a espíritus de personas que han perdido sus cuerpos físicos, pero no han tomado la decisión de pasar del ámbito físico a la Luz. Cuando un espíritu de este tipo se conecta con una persona viva, este espíritu imbuye a la persona viva con emociones negativas muy potentes, que provienen del mundo en donde existe, tales como: irritación, furia, odio, temor, además de los instintos propios del espíritu, sus deseos y/o pasiones.
¿Cómo sucede esto de que los espíritus no pasan del mundo de los vivos a la Luz y, cómo es la muerte?
La muerte es como un espíritu deja el cuerpo físico, de la manera exacta a como todo el mundo deja sus ropas viejas y gastadas. Un espíritu deja un cuerpo porque ya no puede aprender nada útil a través de él. Entonces, el espíritu pasa a un cuerpo astral, lo cual es una copia fidedigna de su cuerpo físico y vive en el mundo astral.
Los espíritus no entran en la Luz a causa de muchas razones, principalmente porque están demasiado apegados al mundo físico o sus adicciones. La segunda razón principal, es los seres queridos que están de luto, que no sueltan al espíritu, diciéndole “Quédate, no te vayas, no puedo vivir sin ti.” Cuando un espíritu no realiza la transición a la Luz, empieza a tener influencias en las personas vivas de su entorno, proyectando emociones negativas muy potentes en ellos, que provienen del negativo colectivo (irritación, ira, furia, temor, pero también instintos, deseos y pasiones) acumulado de la humanidad.
¿Qué sucede al morir?
La muerte natural se parece, de alguna manera, a la experiencia de un sueño. La diferencia está en que en un sueño, permanecemos conectados con nuestro cuerpo por un hilo plateado, pero en la muerte ese hilo se corta. Al morir, la persona que muere visualiza su vida completa como si fuera una película a cámara lenta. Empieza a entender por qué las cosas en su vida ocurrieron como ocurrieron. Empiezan a comprender la causa y el efecto de todo lo que les sucedió.
Mientras vivimos, a menudo nos preguntamos por qué nos pasan cosas. Al morir lo podemos entender a nivel espiritual. Esta es la razón por la cual es tan importante mantener la calma y no perturbar a la persona que fallece para que pueda pasar a una nueva dimensión.
¿Cómo pasa un espíritu a un cuerpo astral después de la muerte?
La mayoría de las personas no es consciente del hecho de que aparte de su cuerpo físico, simultáneamente usa otros cuerpos sutiles tales como: el cuerpo astral, mental y causal. Esta es una de las razones principales de que tengan tanto miedo de pasar al cuerpo astral, porque piensan que el cuerpo físico es lo único que hay. Por eso tantas personas temen a la muerte e intentan conservar su cuerpo físico a toda costa, ya que creen que el cuerpo físico es todo lo que poseen. Sin embargo no pasamos a nuestros cuerpos astrales al morir ya que hemos estado viviendo en él ya antes. En otras palabras, el cuerpo astral es nuestro cuerpo emocional. Usamos nuestros cuerpos físicos mientras estamos despiertos, y nuestro cuerpo astral mientras dormimos o en cualquier momento en que sentimos emociones. Si las personas pudieran entender esto, se liberarían de una gran carga pesada, que es su temor a la muerte que portan constantemente. El temor a la muerte también es temor de vivir.
¿El cuerpo astral es lo mismo que un cuerpo emocional?
El cuerpo astral es la base de nuestras emociones. Cada persona tiene un cuerpo astral que utiliza constantemente. La calidad de nuestras vidas depende de nuestro estado emocional, si controlamos nuestro cuerpo astral o si nos controla a nosotros. Al controlar nuestras emociones nos convertimos en amos de nosotros mismos y ganamos seguridad. Una persona que no controla su cuerpo astral, deja las cosas al azar, es un esclavo de su cuerpo emocional. Esto causa mucho sufrimiento – una persona así no controla la muerte tampoco y atraen con facilidad a los espíritus.
¿Son los fantasmas causa de adicciones?
Si una persona es adicta a algo mientras vive, la muerte no le libera. Un espíritu así no es capaz de avanzar más hacia la Luz, ya que este espíritu está demasiado apegado a las cosas físicas. El deseo de satisfacer su adicción se vuelve más fuerte después de perder el cuerpo físico porque no puede experimentar la adicción en el cuerpo astral. Este es el caso del alcoholismo, ya que el alcohol es una sustancia física y los espíritus se atienen a un nivel de una vibración diferente, no física sino en el cuerpo astral. Para satisfacer la necesidad del alcohol, este espíritu necesita encontrar otra persona viva, en un cuerpo físico apta para beber alcohol. Sólo una persona así dejará que el fantasma se acerque a “beber” de la borrachera de la persona viva. Un fantasma nunca se acercaría ni manipularía a una persona viva que tenga sus emociones bajo control. Una persona esclava de su cuerpo emocional, es sin embargo fácil de manipular ya que reaccionan de forma automática a algunas emociones que el fantasma es capaz de generar intensamente. Hablamos de emociones negativas exclusivamente en este caso, tales como avaricia, irritación, ira, temor, etc. Aun en el caso de un adicto que no tiene fantasmas al comienzo, los fantasmas se unirán a esa persona adicta tarde o temprano. Puede ocurrir que una persona no propensa a las adicciones, pero que impidió que el espíritu de un ser querido pasara a la Luz, y que esa persona en concreto era alcohólica, entonces esa persona podría repentinamente convertirse en alcohólica a su vez.
¿Cómo se sabe si un deseo adictivo viene de una persona o de un fantasma?
Si semejante deseo no es demasiado intenso, lo más seguro es que provenga de la persona directamente, sin embargo, si el deseo es intenso o muy fuerte y la persona es incapaz de resistirlo, lo más seguro es que provenga de un fantasma. En cualquier momento alguien en este planeta desea beber alcohol o tomar drogas, la energía de su deseo se añade a una zona astral colectiva llamada “Codicia”. Lo mismo ocurre cuando nos irritamos o nos enfadamos, estas energías se acumulan en el mundo astral. Si multiplicamos el número de personas que sienten estas emociones negativas todos los días en toda la historia de la humanidad, sólo nos podemos imaginar lo fuertes que son estas energías y lo intensos que son estos fantasmas que están totalmente conectados con ellas. Esto significa que un fantasma siempre llega con un deseo muy fuerte o con ira. Para una persona con fantasmas adheridos no es fácil ver o percibir que tiene un fantasma adherido. Normalmente es mucho más sencillo para una persona externa que conoce a la persona poseída ya que la persona poseída está influida por un fantasma. Por eso, es más frecuente que los amigos y parientes de una persona poseída busquen ayuda para ella. La posesión y la adicción conectada con la posesión, es obviamente más fácil de reconocer cuando la persona no era adicta con anterioridad. Un fantasma cambia el carácter, los hábitos y a veces, el aspecto físico de una persona. La persona poseída sufre a causa de ello, se siente enferma, tiene dolores de cabeza y puede tener una serie de problemas estomacales, incapacidad de controlar sus pensamientos, siente frío constantemente, tiene problemas de visión y audición, dificultades de concentración y toma de decisiones. Con el tiempo, pueden enfermar gravemente a nivel físico o mental y no hay terapia o drogas que les puedan ayudar.
¿Es posible liberarse de un fantasma por su propia cuenta?
Nunca he sabido de un caso así. Sólo vienen a mí personas poseídas porque no pueden hacer nada por aliviarse. A veces son sus amigos o parientes los que me piden ayuda para ellos. Para liberarse de un fantasma por su propia cuenta, es sólo posible cuando el fantasma no ha entrado en posesión todavía, cuando el fantasma está sólo intentando entrar en una persona y manipularla. Cuando una persona está poseída, necesita una limpieza o tradicionalmente, un exorcismo como se dice tradicionalmente. Sin embargo para que mi ayuda sea permanente, un 15 por ciento de mis clientes necesitan trabajar en sí mismos también. Mis ayudantes, que están en contacto con las personas poseídas por correo electrónico o por teléfono, les enseña cómo hacerlo y la persona tiene una buena cantidad de tiempo para realizarlo ya que yo ofrezco limpieza a distancia, lo cual aporta un periodo de limpieza muy largo que dura hasta tres meses. La persona poseída necesita mientras tanto, trabajar con su ira y otras emociones negativas (hacia sí mismos o hacia otros). Luego, necesitan iniciar el proceso de perdonar, lo cual no siempre es fácil. La mayoría de las personas no quiere perdonar, porque cree erróneamente muchas veces que están haciendo esto para otras personas mientras que la verdad es que es para sí mismos exclusivamente. Estas otras personas, nuestros enemigos no necesitan saber nada de lo que está ocurriendo.
¿Retirar los espíritus o el exorcismo difiere del exorcismo realizado por la Iglesia?
Yo llamo mi ayuda exorcismo porque es el mismo servicio. Sin embargo, la manera en que yo lo hago es completamente diferente a lo que hacen los sacerdotes. Lo he practicado ya durante 45 años. Al comienzo, cuando yo empecé a realizar exorcismos hace muchos años, no había apenas exorcistas en la iglesia católica, en Europa o en cualquier otra parte del mundo. Mi ayuda consiste en retirar los fantasmas, y los sacerdotes realizan exactamente lo mismo, aunque ellos llaman a los fantasmas demonios o espíritus malignos. El siguiente paso en mi terapia es la psicoterapia para fantasmas y los poseídos. El procedimiento entero, como he dicho ya, tarda hasta tres meses. Durante este tiempo, libero a la persona poseída de fantasmas muchas veces al día. Mis ayudantes, en contacto conmigo constantemente, instruyen al cliente por correo o por teléfono. Un fantasma tiene que entender su situación y querer irse, mientas que la persona poseída tiene que dejarlo ir. No es fácil a veces, ya que el fantasma a menudo es el espíritu de una persona muy querida, el abuelo recién fallecido, una madre o algún otro pariente. La persona viva no quiere ser poseída porque por un lado le causa sufrimiento pero a nivel inconsciente le es difícil para ellos separarse del espíritu de un ser querido. Me gustaría añadir que a menudo ayudo a personas con adicciones. El área más problemático es el alcoholismo, ya que beber alcohol es parte de la cultura y estilo de vida promocionado por los medios de comunicación.
¿Podría decir algo sobre la co-adicción, las personas relacionadas con adictos?
El problema de la adicción y la co-adicción tiene la misma dinámica. La persona adicta, se ha sometido de forma directa o indirecta al deseo de los fantasmas. Mientras que la co-adicción organiza toda su vida entorno al adicto. En vez de pensar en sí mismos y sus propias necesidades, una persona así (la persona co-adicta) se obsesiona con la persona adicta enfocando sus pensamientos, sentimientos y actividad en el adicto. La persona adicta hace lo mismo con respecto a su adicción. Esto hace que ambas partes empiecen a ceder sus identidades, a perder el control de sus vidas. Lo hacen por temor, y sabemos que atraemos lo que más tememos. Así que la persona co-adicta en lugar de intentar controlar e instruir al adicto para corregir su comportamiento, debería dejarle en paz. En vez de temer que el adicto vuelva a casa tarde y empezar a gritar, la persona co-adicta debería tener confianza e imaginarse en una relación amorosa con el adicto, imaginando paz en su hogar y el adicto regresando sobrio. Un pensamiento positivo de este tipo puede neutralizar muchos pensamientos negativos provenientes de fantasmas u otros adictos. Prácticas como esta necesitan convertirse en hábito, por supuesto no se puede esperar que este método vaya a funcionar la primera vez que se intenta, sin embargo los resultados iniciales se vuelven visibles en un corto plazo de tiempo. Sin entenderlo siquiera, el adicto respetará los pensamientos positivos y regresando a casa ebrio, se irían directamente a la cama, no destruir la paz y tranquilidad exigida por el co-adicto. A menudo recibo llamadas de personas co-adictas que me piden ayuda para los adictos. Conjuntamente, con la limpieza del adicto, apoyo al co-adicto instruyéndole y le ayudo a comprender como ha sentido atracción hacia un adicto, por qué desea sufrir en una relación de este tipo y como pueden re-programarse. Porque somos los creadores de nuestras vidas, hemos atraído todo lo que tenemos desde un nivel subconsciente. Sólo necesitamos comprender nuestra programación subconsciente para cambiarla de forma constructiva. La persona co-adicta puede obviamente estar poseída a su vez y los fantasmas pueden intensificar este conflicto interno, de manera que la persona pueda reconocer que también tiene un fantasma y encontrar la motivación propia para cambiar a su vez.
¿Cómo podemos protegernos de la influencia de los fantasmas?
Una persona que vive en armonía con la naturaleza está protegida, así que no tenemos que tener miedo de los fantasmas o buscar ocultarnos de ellos, ya que los fantasmas y las personas viven a distintos niveles vibratorios. Una persona baja sus vibraciones a nivel de los fantasmas cuando se permite sentir emociones negativas durante periodos largos de tiempo, emociones tales como: temor, ira, odio, celos, venganza, lástima, convertirse en un obsesivo del trabajo o adicto al sexo, las adicciones a las apuestas o juegos de ordenador, cuando pierden su conciencia, caen en la desesperación después de la pérdida de seres queridos o pérdidas de dinero, cuando se abren demasiado visitando a un vidente, meditando con otros o participando en sesiones de espiritismo. Una persona que desea estar libre de fantasmas, necesita mantener su auto-conciencia para no volverse adicta y trabajar en mantenerse libre de emociones negativas.
Entiendo que los problemas con fantasmas son bastante comunes. ¿Si se retira un fantasma de una persona poseída, pueden llegar nuevos fantasmas a esa persona?
Es cierto que hay fantasmas en todas partes. Una persona que empieza a darse cuenta de este problema, se construye una distancia entre ellos y los fantasmas. Los fantasmas pueden volver después de que yo los haya alejado y pueden advenir nuevos fantasmas a la persona que haya estado poseída. Sin embargo, mis estadísticas muestran, por el trabajo que he estado realizando durante tantos años, que se puede ser muy optimista. En el 85% de los casos, una persona poseída no necesita trabajar en sí misma ya que la decisión de no dejar que entre un fantasma, depende de su subconsciente que ha aprendido la cantidad de sufrimiento que puede causar un fantasma. Sólo el 15% de mis clientes necesita trabajar en ello a nivel consciente. Esta es la razón por la cual, como he mencionado anteriormente, trabajo con un cliente durante un buen periodo de tiempo, hasta tres meses. El cliente sube su nivel de conciencia y empieza a comprender que no eran víctimas de un fantasma sino que han atraído al fantasma. Todo el mundo es diferente, por supuesto y hay muchas causas de las posesiones pero generalmente son emociones negativas, falta de poder perdonar, sentimientos de culpa, adicciones y no permitir a las personas que han fallecido a que sigan su camino. Visto desde una perspectiva más amplia, se podría decir que los fantasmas realmente ayudan a las personas ya que intensifican sus inclinaciones negativas y de alguna manera, nos ayudan a fijarnos en ellos. Una persona recibe una motivación más fuerte para romper con su propia negatividad. Muchas personas, sin embargo, prefieren sufrir en vez de cambiar. Sin embargo, este es el momento donde entro yo y les guío a través de un proceso de concienciación de todo esto. Yo hago que sea más fácil para la persona, mostrándole otras opciones, la posibilidad de decidir cambiar a mejor.
Para saber más sobre Wanda Pratnicka, PhD, visita wandapratnicka.es.