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Los cambios de humor


 

En esta página encontrarás fragmentos del libro de Wanda Pratnicka
"Poseídos por los espíritus - Los exorcismos en el siglo XXI":

 

He escrito ya sobre el hecho de que en una persona pueden penetrar muchos espíritus. Cada uno de ellos tiene un carácter completamente distinto, una actitud distinta hacia diferentes cuestiones, y una valoración distinta de la realidad. Ante una situación concreta, puede que a uno se le active el miedo y otro se repliegue o se ponga altivo y arme un escándalo. Y puede que un tercero, con una tranquilidad estoica o con indiferencia, no reaccione en absoluto. El carácter de la persona estará en función de qué espíritu se encuentre al timón de la mente del poseído en el momento dado. Externamente eso será considerado como un ánimo constantemente cambiante. Cuando hay muchos espíritus, las personas que rodean al poseído nunca saben qué esperar de él. Un mismo plato le gusta mucho en un momento dado, y en otro lo arroja a la pared con asco; o una tarde le encanta ir a la ópera o a conciertos de piano, y otra se tapa los oídos nada más oír el sonido de la música.

En una ocasión le gusta jugar a cierto juego y se le da realmente bien, juega como un campeón; en otra no recuerda las reglas de juego. Un día pinta magníficamente, escribe, canta, y en otro sólo hace garabatos y desafina. Una vez tiene una vista formidable, y otra tiene que ponerse gafas. Todavía se podrían dar muchos más ejemplos todavía, pero seguro que ya sabéis a lo que me refiero. Cuando en una persona penetran los espíritus, entonces los problemas de ellos se convierten también en problemas de la persona. Cuando se los expulsa, de repente todo vuelve a la normalidad, también en lo que concierne aHe escrito ya sobre el hecho de que en una persona pueden penetrar muchos espíritus. Cada uno de ellos tiene un carácter completamente distinto, una actitud distinta hacia diferentes cuestiones, y una valoración distinta de la realidad. Ante una situación concreta, puede que a uno se le active el miedo y otro se repliegue o se ponga altivo y arme un escándalo. Y puede que un tercero, con una tranquilidad estoica o con indiferencia, no reaccione en absoluto. El carácter de la persona estará en función de qué espíritu se encuentre al timón de la mente del poseído en el momento dado. Externamente eso será considerado como un ánimo constantemente cambiante. Cuando hay muchos espíritus, las personas que rodean al poseído nunca saben qué esperar de él. Un mismo plato le gusta mucho en un momento dado, y en otro lo arroja a la pared con asco; o una tarde le encanta ir a la ópera o a conciertos de piano, y otra se tapa los oídos nada más oír el sonido de la música. En una ocasión le gusta jugar a cierto juego y se le da realmente bien, juega como un campeón; en otra no recuerda las reglas de juego. Un día pinta magníficamente, escribe, canta, y en otro sólo hace garabatos y desafina. Una vez tiene una vista formidable, y otra tiene que ponerse gafas. Todavía se podrían dar muchos más ejemplos todavía, pero seguro que ya sabéis a lo que me refiero. Cuando en una persona penetran los espíritus, entonces los problemas de ellos se convierten también en problemas de la persona. Cuando se los expulsa, de repente todo vuelve a la normalidad, también en lo que concierne a los estados de ánimo y las capacidades. los estados de ánimo y las capacidades.