Common Ground, San Francisco, abril de 2017
Entendiendo la Ira y cómo te daña
La ira puede ser altamente destructiva. Y eso es algo importante no solo para la persona que está experimentando cómo la ira que se desatasobre ella, sino también para la persona que se enfada. La Dra. Wanda Pratnicka, profesora universitaria independiente y escritora, enseña que la ira puede ser la raíz causante de enfermedades, desórdenes mentales y posesiones espirituales.
La Dra. Pratnicka es una terapeuta particularmente dotada, que tiene la habilidad de ver si te han poseído los espíritus. Asimismo, ella es capaz de expulsar al espíritu a distancia. La posesión es una circunstancia sorprendentemente común y que tiene poco que ver con la forma en la que se la retrata en las películas de terror.
En su libro que fue bestseller. Poseídos por los Espíritus: Los exorcismos en el siglo XXI, la Dra. Prątnicka explica que, si tienes un espíritu adherido, quizás estés sufriendo ansiedad, una depresión, un profundo dolor emocional, niveles bajos de energía, un síntoma físico de larga duración, una enfermedad grave o desórdenes psicológicos. Los espíritus pueden ser la causa de la falta de armonía en casa, los problemas en las relaciones e inexplicables desórdenes médicos que ningún doctor puede diagnosticar con herramientas científicas. La adhesión de un espíritu es una de las formas más desconocidas, controvertidas, ignoradas e incomprendidas de enfermedad espiritual y energética. La mayoría de la gente que sufre debido a la posesión espiritual cree que las cosas que le han ocurrido son únicas y se resisten a hablarlo, por miedo a que se les perciba como enfermos mentales.
Entonces, ¿cómo se infiltran estos espíritus? La ira es una de las muchas razones que ella ha descrito en su libro Poseídos por los espíritus. La Dra. Pratnicka explica que la ira es una emoción “de baja resonancia” que permite que los espíritus se adhieran porque abre una especie de puerta de acceso energética. A menudo los espíritus se adhieren a personas que estaban previamente escasas de energía o inconscientes, como por ejemplo: insomnes, sobrecargados de trabajo, bajo la influencia del alcohol o de las drogas, bajo anestesia, etc. Una vez dentro del campo energético de la persona, estos espíritus de los niveles inferiores agravan los síntomas.
Se trata de una idea fácil de explicar pero que puede resultar todo un reto para ponerla en práctica. Yo pasé por una purificación a manos de la Dra. Pratnicka, y descubrí que, de repente, era libre de la ansiedad, la depresión y los arrebatos emocionales que me habían acosado intermitentemente durante muchos años.
Es posible que el comportamiento agresivo sea realmente la conducta del espíritu que se ha adherido, se trate de un cónyuge abusivo, cambios de humor o enfados monumentales avivados por el alcohol. Hay historias de personas que no tienen ningún deseo de actuar irrespetuosamente con su familia, pero ellos solos se vuelven abusivos, aunque sea el espíritu quien les esté guiando para que actúen de esa forma. La mayoría de las personas no saben que tienen algo adherido. En consecuencia, siempre merece la pena comprobar si los síntomas negativos están causados por la presencia de espíritus. Si se da el caso de un problema con un espíritu, ni las terapias ni las medicinas serán eficaces para tratar aquello a lo que nos enfrentamos.
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