Si notas la obligación de hacer cosas en contra de la ley y oyes a veces comentarios sobre ti del tipo de delincuente, criminal, reincidente, es muy probable que se te pueda ayudar. A veces ocurre que los espíritus incitan a que se hagan cosas en contra la ley. La persona poseída puede tener problemas para reconocer que los pensamientos que le incitan a robar, o cometer algún otro crimen, no son suyos. Un reincidente puede recordar lo duro que fue la cárcel, pero puede no tener la fuerza suficiente para oponerse a las insidias del espíritu. El espíritu sabe que no arriesga nada, pues quien irá a la cárcel es la persona poseída, y no él mismo.