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La ilusión de la muerte


 

En esta página encontrarás fragmentos del libro de Wanda Pratnicka 
"Poseídos por los espíritus - Los exorcismos en el siglo XXI":

 

Son muchas las cosas de la vida que nos asustan: el dolor, la vejez, la pobreza, la soledad, la incertidumbre, las catástrofes; a las mujeres, el parto; a los estudiantes, los exámenes... Pero quizás para la mayoría de la gente no hay nada más terrible que morir.

La muerte parece ser lo más espantoso, y con seguridad es la cosa más inevitable que existe en este mundo. ¿Por qué la tenemos tanto miedo? ¿Por qué es un acontecimiento tan doloroso? Porque no queremos abandonar este mundo. Nos aferramos con uñas y dientes a nuestros seres queridos: al marido, a la mujer, a los padres, a los hijos, a los amigos, a los amantes, etc. De la misma forma se comportan los que siguen vivos: les da miedo quedarse solos y no quieren dejar a este alma moribunda que se nos va. Unos y otros dicen hacerlo por amor, pero eso no tiene nada que ver con el amor. Lo que está detrás de esa mentalidad no es el amor, sino el miedo paralizador ante lo que será de nosotros y cómo hemos de afrontarlo. 

A otros los puede retener el apego a las cosas materiales, a su carrera profesional o al poder. Y también el apego a otros vicios: al alcohol, a las drogas, a la comida, al sexo o al juego. 

También le tenemos mucho miedo a la muerte porque no sabemos qué va a ser de nosotros, a dónde iremos cuándo abandonemos este mundo. No estamos preparados para ella. Desde que nacemos se nos enseñan las cosas más variopintas -a las mujeres, incluso cómo dar a luz-, pero nadie nos ha enseñado a morir, qué es la muerte y qué es lo que sucede con nosotros después de morir. Si lo supiésemos en vida, comprenderíamos que la muerte es un momento de gran felicidad y de júbilo, al que no sólo no hay que temer, sino que hay que esperarlo con alegría. La muerte y el nacimiento son la misma cosa. Para nacer en esta Tierra tenemos que morir al otro lado. Y viceversa, para nacer allí tenemos que morir aquí; pero no es más que un cambio de una forma de existencia a otra. 

Todos pertenecemos a Dios y hemos venido a la Tierra no como un castigo, como afirman algunas personas o religiones, sino para aprender en la escuela terrena. Cuando venimos al mundo llenos de confianza, nuestra vida transcurre en amor y armonía. Si venimos con resentimiento, miedo y desconfianza, cualquier cosa que hagamos estará llena de ellos. Tenemos resentimiento hacia a Dios por que nos ha abandonado y dejado solos, pero eso no es en absoluto cierto. Es esa mentalidad equivocada nuestra la que hace que vivamos con rencor, frustración, temor y descontento. Y así ocurre hasta el momento en el que comprendemos en qué consiste este razonamiento erróneo. Esto puede durar una vida o varias. 

Y ahora haz un alto y reflexiona, medita. ¿Qué significa la muerte para ti? ¿El final o el principio? Cuando te deshagas del miedo a la muerte te volverás imperturbable, porque la verdad es que no hay nada más terrible que este miedo. ¿A qué le puedes tener miedo más allá de la muerte?

Y ahora quisiera decirte que no tienes nada que temer, porque nunca vas a morir. No, no has oído mal. No morirás nunca. Aquello a lo que llamamos muerte no es más que abandonar nuestro cuerpo físico, es como si te quitaras la ropa. De la misma manera en que tiramos la ropa gastada, así también abandonamos nuestros cuerpos maltrechos. Pero eso no significa que dejes de existir. «Qué tontería -piensas para tus adentros- todo lo que nace debe morir, eso es así, y no hay nada que podamos hacer». Quiero consolarte. Nada de lo que ha nacido muere, sólo cambia de apariencia: de una pesada y gruesa, como es nuestro cuerpo físico, a otra muy ligera, de la que está constituido nuestro cuerpo después de la muerte. Del mismo modo en que en vida contamos con un cuerpo, una mente (no confundir con el cerebro) y un alma, también después de morir tenemos un cuerpo, una mente y un alma. No me preguntes ahora cómo es que lo sé. Responderé más adelante. Ahora da por cierto que no vas a morir. 

Tu cuerpo, mente y alma viven eternamente. ¿Qué tal te sienta la noticia? ¿Te alegras? ¿Has suspirado de alivio? ¿Te ha sorprendido? ¿O quizás has gritado que escribo tonterías? ¿Tal vez ahora estás enfadado contigo mismo porque durante toda tu vida has pasado miedo sin necesidad? ¿Es que te da pena renunciar a ese temor, porque te encanta tener miedo? ¿O quizás simplemente crees en la muerte y no hay nada que pueda convencerte? Lo más probable es que no asimiles esta información inmediatamente, ya que has creído en la muerte durante muchos, muchos años y muchas, muchas reencarnaciones. No estás solo en esta forma de pensar, hay muchísimas personas que piensan así. Así pensaban nuestros padres, abuelos, bisabuelos. así que, probablemente, tú también piensas así, de acuerdo con la tradición. 

Escribo esto, querido lector, para concienciarte de que lo que te espera después de morir, cómo discurrirá tu destino, depende de lo que sabes sobre la muerte y de lo que piensas y esperas de ella en vida. A lo largo de este libro daré una buena cantidad de ejemplos que corroboran lo que he escrito.