En esta página encontrarás fragmentos del libro de Wanda Pratnicka "La rueda de la vida, volúmen 2":
Ahora que has elegido aprender experimentando, necesitas tu cuerpo como herramienta para sentir dolor o placer. El cuerpo físico es material y, por lo tanto, solo puedes ser su propietario en el nivel material de la tierra. Está compuesto exactamente por los mismos elementos de los que se compone la tierra, y los tiene exactamente en las mismas proporciones que esta. Dependemos de la tierra y ella depende de nosotros. Nos necesitamos el uno al otro y, sin embargo, muchos de nosotros lo olvidamos. Al destruir la tierra, nos estamos destruyendo a nosotros mismos.
En el lugar desde el que llegamos aquí no hubiéramos tenido oportunidad de aprender de la misma manera que en la tierra. Allí no existe el dolor que designaríamos como nuestro maestro. Naturalmente, tanto en el Cielo como en la Tierra, podemos aprender sin sufrir dolor, pero para la mayoría esto es difícil. El dolor es uno de los mejores maestros, porque la mayoría de las veces solo empezamos a trabajar en nosotros mismos cuando sentimos un dolor profundo, cuando perdemos lo que nos importaba. Y, sin embargo, si hubiéramos dirigido antes nuestra atención a la solución del problema, no habríamos tenido que sufrir. También hay quienes, para no hacer nada con su vida, se convencen a sí mismos y a los demás de que el sufrimiento ennoblece. El método que elijamos para aprender depende completamente de nosotros mismos. Tenemos libre albedrío y podemos hacer lo que queramos. No obstante, para las personas que huyen de los desafíos, debe quedar claro que tarde o temprano su sufrimiento alcanzará su apogeo, un estado en el que ya no podrán sufrir más ni vivir como lo han hecho hasta ese momento.