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¿El final del aprendizaje?


En esta página encontrarás fragmentos del libro de Wanda Pratnicka 
"Conoce la Verdad y sé libre" 

Toda lección por la que pasamos en la vida humana existe para que, experimentándola, nos asemejemos lo más posible a Dios. De esa forma nos acercamos a Él y podemos quedarnos en la auténtica Casa, ya para siempre. Ello es posible solamente cuando aprobamos todas las lecciones, es decir, nos liberamos de los deseos humanos mediante su comprensión, que no incumplimiento. Si los inhibimos, se convierten en el principio que nos arrastra de vuelta a la Tierra.

Espero que este conocimiento te explique muchos problemas con los que quizás hayas bregado hasta ahora, sin saber por qué motivo se encontraban en tu vida. Así pues, aquel puede también eliminar muchas dificultades con las que te topas a diario. Tengo la esperanza de que ya no considerarás con despecho que el mundo está lleno de "injusticias", ya que sabrás que estas son aparentes. Cuando lo asimiles por completo, la tierra entera emergerá ante tus propios ojos en el caos aparente del mundo contemporáneo. Seguirás viendo a tu alrededor seres que no son iguales entre sí, porque cada uno de ellos acarrea un bagaje completamente distinto de experiencias, posee un talento, capacidad y energía procedente de diversas encarnaciones diferentes. Por otro lado, querido lector, sabrás sin embargo que como almas somos iguales entre nosotros, y que todos somos alumnos de la misma escuela. Tenemos el mismo objetivo: llegar al nivel de la iluminación, que nos permite aprobar el examen del nivel superior. Lo verás totalmente claro cuando adviertas que, pese a todas las diferencias, la sensación de cada persona es básicamente la misma. Manteniéndonos en estado físico, todos debemos aprender los mismos derechos, así como integrarnos con ellos hasta que se conviertan en nuestra segunda naturaleza. Cada lección contiene los mismos ingredientes para todo el mundo. Sin embargo, existe una variedad tan grande de ellos, que muchos no consiguen detectarlos y se pierden. Con cada estancia en la Tierra solo aprendemos un poco de cada una estas virtudes ya que, debido a su complejidad, no somos capaces de dominarlas a la primera.
 
Como ya sabes, toda alma, antes de venir al mundo, trama algo parecido a un guión sobre sus futuras encarnaciones, y proyecta con exactitud todo lo que le ayudará a aprender la lección ansiada. Un alma puede planear el aprendizaje solo de un aspecto, como por ejemplo, ejercitar la paciencia, e incluso este puede resultar demasiado difícil de llevar a cabo. A otra alma esto no le resulta particularmente difícil, pero en cambio encuentra dificultad en dominar su angustia o furia. Ocurre igual con muchas cosas aquí en la Tierra. Una persona puede tocar o cantar maravillosamente, pero a lo mejor no es ningún manitas. Otros pueden aprender con facilidad las ciencias exactas, y sin embargo, carecer del don de la palabra, etcétera.