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Solucionar las adicciones con orientación y temple


Revista Celebrity News, Los Angeles, marzo de 2015 

 

Los problemas con el alcohol y las drogas están omnipresentes en el mundo del espectáculo. A primera vista, las fiestas y los banquetes, con su variedad de bebidas caras, podrían ser considerados como las culpables. Por no mencionar ya que el dinero y la fama pueden hacer que las personas de esta industria pierdan la perspectiva. Pero, ¿es eso lo que está en juego en todos los casos?

Michael era el chico dorado de Hollywood. Sin embargo, poco después de hacerse famoso empezó a tener problemas. Se volvió adicto al alcohol y a las drogas, y socializaba con las compañías equivocadas. Para empeorar las cosas, empezó a robar, ¡aunque no lo necesitaba en absoluto! A pesar de que nunca había sido un niño bueno, el público siempre lo había adorado. Sus fans le perdonaban siempre sus excesos, aunque él se metía en peleas continuamente, abusaba del alcohol, tomaba drogas y engañaba a sus novias. Y pese a ir a rehabilitación varias veces, solía llegar al set bebido o colocado, peleándose incluso con los directores de cine y con sus colegas. La vida de Michael dio un vuelco a peor cuando fue arrestado por destrozar una habitación de hotel. Como era su costumbre, le dijo a la policía que no era su responsabilidad, y que no recordaba nada. Los escándalos sucesivos causaron un parón en su carrera.

Michael se vino completamente abajo cuando le dejaron solo. Le costaba ser él mismo. Solamente podía levantar una fachada para el mundo exterior. Se despreciaba a sí mismo y lo que había hecho con su vida. Con el tiempo, intentó suicidarse varias veces. Y a pesar de que recibió muchas sesiones de terapia, su vida no iba a mejor. Nadie podía ayudarle. Su familia y amigos intentaban ayudarle, pero parecía que él no estaba receptivo para con su asistencia. Ante sus propios ojos, estaba tocando fondo poco a poco. Se volvió un deshecho mental y físico. Solía pasar el tiempo en las calles, en vez de en su propia vivienda. Finalmente, dejó su casa para siempre y se convirtió en un vagabundo. Dormía en donde podía, comía lo que encontraba en las latas de las basuras, o de lo que le daban otras personas. Deambulaba por la ciudad, sucio y maloliente. .

En este estado lamentable se encontró con su antigua amiga, Susan, a la que en el pasado había dejado por otra mujer. Ellos estaban juntos cuando Michael se hallaba en lo más alto de su carrera. Susan no podía entender cómo, en un periodo tan corto de tiempo, él se había desplomado, pasando de ser un hombre guapo, rico y con confianza en sí mismo a convertirse en un indigente. Susan se había mudado a Los Ángeles desde Polonia y se acordaba de que en su país natal había una famosa sanadora y exorcista, Wanda Prątnicka, capaz de ayudar a la gente a distancia.

Así que ella visitó la página web de la Sra. Prątnicka y descubrió que había muchas personas con una afección similar a la de Michael, y lo que era más importante, que podían ser ayudades. Al día siguiente contactó con la oficina de Wanda Prątnicka. Poco después, un asistente de la Sra. Prątnicka le dijo que Michael se hallaba bajo la influencia de varios espíritus poderosos (las almas de personas que murieron y no pasaron al otro lado del velo de muerte) y que estos tenían un impacto negativo en sus actos. Inmediatamente, Susan solicitó una purificación y pagó por el proceso de expulsión de los espíritus que se habían adherido a Michael.

Después de aproximadamente una semana, Michael volvió a casa como si nunca se hubiese marchado. Se duchó, cambió de ropa y empezó a visitar a sus antiguos amigos, aunque se había retraído y no había visitado a sus amistades durante mucho tiempo. Michael no sabía que había sido Wanda Prątnicka quien le había salvado la vida. A decir verdad, no lo habría descubierto nunca si no fuese por el intrusismo de los espíritus que regresaron. Cada vez que los espíritus volvían, Michael reinicidía en su adicción y se escapaba a las calles. La única solución era reiniciar el proceso de purificación. Después de que Wanda Prątnicka le hubiese purificado varias veces, Susan le contó la auténtica causa de sus problemas y quién le había curado.

Entonces él comenzó a participar en la terapia de buen grado. Wanda Prątnicka le enseñó a Michael qué hacer para que los espíritus no se le adhiriesen más. El espíritu que constituyó el mayor reto para expulsarlo era un amigo suyo del colegio, que había sido drogadicto en vida y que murió después de un sufrimiento prolongado. Michael sentía culpa y una enorme pena por la pérdida de su vida y ese era el motivo por el que su amigo estaba constantemente atraído por Michael. Durante muchos años, Michael no se había podido perdonar no haber ayudado a que su amigo superase su adicción y que hubiese desperdiciado su vida. Irónicamente, mientras que estaba sumido en una enorme tristeza, no se había dado cuenta de que su propia vida había seguido el mismo camino. Cuando lo entendió y se perdonó a sí mismo, los espíritus le dejaron en paz y no regresaron jamás. Michael se había liberado de los espíritus para siempre. Sin embargo, tuvo que esperar varios meses para conseguir su siguiente papel en una película. Pero una vez más, Michael empezó a alcanzar el éxito profesional.

 

Aquí el artículo original de la revista Celebrity News en formato PDF